Puede pasarte que a pesar de que conoces la Palabra de Dios, vas a la iglesia con regularidad y sabes que Dios cuida de ti, te sientas preocupado por muchos problemas y situaciones adversas de las cuales no parece haber salida. No obstante, el mismo Jesucristo tuvo problemas, la diferencia es que a pesar de ellos. Él nunca perdió la conexión con su Padre y nos invita a que sigamos su ejemplo.
Los apóstoles, en vista de la manera tan asombrosa como Dios le respondía a su hijo, le pidieron que les enseñara a orar como él oraba, así que nos dió un ejemplo y llama la atención el hecho de que en SU MODELO no antepuso nuestras necesidades sino el reconocimiento de la condición de Dios como Padre que está por sobre todas las cosas y que aunque tengamos cosas que pedir, debemos aceptar su voluntad y confiar en que él quiere lo mejor para nosotros.
Ustedes deben orar así: "Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo."
Mateo 6:9-10
Por tanto, la invitación de hoy es a que confiemos en la buena voluntad de Dios y el cuidado que tiene por nosotros, puesto que aunque la situación hoy nos resulte adversa, si confiamos en ÉL, todo va a estar bien.
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